Partido el de ayer disputado por el Sporting en Cornellá que supuso un resumen de lo que viene siendo la temporada del Sporting: un equipo que parece que hace las cosas bien, con una alarmante falta de gol y que cada vez que le mueven el árbol caen manzanas.
Sorprendió Preciado con la alineación de Luis Morán en detrimento de Carmelo o Nacho Novo o quien sea el que juegue de titular en banda derecha, tal vez debamos preguntarle a Mourinho que demostró conocer a la perfección los gustos de Manolo Preciado por quién es el inquilino oficial de dicho puesto.
El caso es que sorprendentemente las primeras acciones de Luis Morán fueron meritorias algo a lo que no estamos muy acostumbrados. La primera un gran desmarque de ruptura que ve De las Cuevas y tras recibir al espacio cede espectacularmente de primeras al centro del área donde se encuentra Sangoy totalmente sólo. El argentino intenta un remate imposible de primeras y manda el balón manso a las manos de Kameni.
Ya no me sirven medias tintas. Tras el casi final de la primera vuelta Sangoy no ha demostrado nada. No ha tenido continuidad, se le ven detalles, pero lleva muchos partidos malos. Ayer uno más y la gasolina se le acaba en el minuto 60. Un fracaso de fichaje.
El Sporting volvió a la época de Ciriaco Cano cuando utilizaba aquel 4-1-4-1 en el que Ximo Enguix jugaba por delante de la defensa. Ayer el Sporting no jugó mal con este sistema con Eguren de pivote, pero para ganar en primera hay que estar al 120% y ayer jugadores como Rivera, Eguren, Cote, Botía y compañía no estuvieron a ese nivel.
Debutó Sergio Álvarez de titular cuajando una discreta actuación. Jugó fácil, casi siempre con criterio y esta es una línea que el juvenil trazará en casi todos los partidos. No es un jugador espectacular pero garantiza una regularidad. Esperemos que le den continuidad.
El partido era disputado, pero daba la sensación que se decantaría del lado periquito por 3 motivos principalmente: la falta de pegada del sporting, la habitual cantada de la defensa y el gran potencial del Español con jugadores de gran nivel como José Callejón, Luis García u Osvaldo.
Puede parecer una sensación agorera o un comentario ventajista, pero tristemente, el se veía venir se repetía una y otra vez en mi interior. Sobretodo tras la barbaridad de córners que sacó el Sporting en el primer tiempo (para todos es sabido el gran peligro que corre el equipo cuando saca córners a favor) Durante todo este tiempo el Sporting no logró crear ocasiones de peligro ni en los córner ni de ninguna otra forma. El encefalograma plano sigue presente.
Comenzó la segunda parte con cierto brío generando un par de buenas aproximaciones que volvieron a reflejar la bisoñez del ataque rojiblanco. Volvió De las Cuevas a quedarse sólo delante de Kameni pero el cansado jugador alicantino repitió una vaselina que no le salió (la otra que recuerdo la estrelló al poste frente a Diego López hace un mes en El Molinón).
El árbitro quiso ser protagonista y expulsó injustamente a Raúl Baena en un forcejeo en el centro del campo con Eguren y un pánico se adueñó de mi alma. El Sporting volvía a estar en superioridad lo que llevaba irremediablemente al desastre.
Pasaban los minutos y el equipo no traducía la superioridad. Minuto 60 y cambio de Sangoy por Barral. El guíon previsto en casa del de Astillero durante la semana en el tema de los cambios se cumplía una vez más pero la expulsión y seguramente la corbata verde esperanza le chivó que podía ir a por el partido pasando al 4-2-3-1 con eguren y rivera de pivotes y sacando a Carmelo por Sergio. A todas estas Luis Morán ya había desaparecido del partido y Barral pululaba por el césped.
Pronto llegó el gol Españolista tras desajuste defensivo de Botía y Gregory que se la comen una vez mas en la temporada y Luis García, internacional en otras épocas, no es ni De las Cuevas, ni Sangoy ni todo el ataque del Sporting junto, y bate magistralmente tras nefasta salida de Juan Pablo.
De ahí al final un penalty tan innecesario como flagrante de Duscher a De las Cuevas en la esquina del área y más de lo mismo, pelotazos de Botía sin sentido (se le debió olvidar su paso por La Masía y el excelente trato de balón que tenía el año pasado o serán "otros temas" los causantes de su mala forma) y un equipo inoperante. Pinta mal esto, muy mal.
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