domingo, 28 de agosto de 2011

Regreso al pasado

Esta mañana, que tengo un poco de tiempo, vuelvo a escribir tras presenciar ayer el partido en El Molinón. Y adelanto que hoy vengo con ganas.

El Sporting, reafirmó su mal momento de juego visto en la pretemporada. La pitada al descanso del Villa de Gijón frente al Génova, parece que cayó en saco roto, ya que los síntomas de mal juego de la pretemporada se han evidenciado frente a un equipo de nuestra liga.

Una mala pretemporada en cuanto a juego llena de excusas, (el cansancio, las pruebas, las lesiones, el árbitro, el rival...que si patatín que si patatán), se ha visto reflejada en el primer partido oficial de la temporada.

Muchos veíamos esto venir, y con esto no quiero caer en el agorerismo, ni en el ya te lo decía yo. No, mi estilo no va por ahí.

Se juega según se entrena. Y la pretemporada no deja de ser un entrenamiento. En ningún momento se evidenció un once tipo o un patrón claro de juego.

Más o menos la alineación estaba clara, ya que los fichajes brillan por su ausencia en esta época de austeridad económica, pero aún así, Preciado sorprendió con la alineación.

Ya en el Villa de Gijón, se evidenció que con la falta de Nacho Cases, el poco fútbol que se hace en el Sporting sale de las botas de Alberto Rivera, con el permiso de Miguel de Las Cuevas.

Pese a que esto es bastante obvio y evidente, Preciado situó en el doble pegote, al avilesino Sergio y al uruguayo Eguren. Ambos se estorban, en ocasiones están situados en el mismo espacio, ninguno de los dos distribuye juego ni crea fútbol para el resto del equipo. El urugayo brilla en el aspecto defensivo, pero siempre y cuando juegue sólo por delante de la defensa, no en un doble pivote que le permite desplazarse más arriba. Pensaba que esto era una batalla ganada desde el año pasado. El 4-1-4-1 parecía la solución a todos nuestros males y puede convertirse en el peor aliado de Preciado.

Sí, he escrito bien. El peor aliado, ya que pese a que tenemos un equipo justo y todo es mejorable, el año pasado aplicando ese sistema se demostró que el equipo debe mantener la categoría sin pasar apuros, y por ello las miradas pasan del campo directamente al banquillo. Y todo ello pese a las bajas. La más notable la de Nacho Cases.

Personalmente lo de Diego Castro no lo considero una baja, ya que el año pasado del gallego no fué nada del otro mundo y no creo que el equipo lo heche de menos. Sin embargo, hay que exigir mucho más a De las Cuevas en el aspecto defensivo, ya que durante toda la primera parte de ayer, a Canella le encaraba Xabi Prieto (estelar una vez más) y le doblaba una y otra vez sin oposición alguna Carlos Martínez. Su marcador, el alicantino, completamente afogado desde el minuto 10 de partido.

Y tanto ir el cántaro a la fuente, por ahí llego el gol. Centro desde la derecha de un Carlos Martínez complétamente sólo y gol de Agirretxe de cabeza. Muchos en la grada este del Molinón lo veían venir, ya que una y otra vez, Canella se veía desbordado al no recibir ayudas de Miguelito. El aspecto ofensivo es otra historia. El alicantino fué lo mejor del equipo. El único capaz de desbordar y demostrar calidad, pero sin concretar una jugada. Todo quedaba en casi y en uys.

En ese momento me acordaba de lo difícil que es ir a contrareloj jugando en casa. El equipo visitante nunca tiene prisa, rompe el ritmo del partido, el árbitro lo permite, siempre hay lesiones y siempre cambian a la gente que juega por la zona más alejada de los banquillos. ¿No os suena? La solución es bien fácil. No tirar a la basura la primera parte.

Tras el descanso, los cambios de rigor del minuto 60 entonaron al equipo gracias a la presencia de Rivera. El de puertollano volvió a tomar el timón y las carencias del centro del campo desaparecieron y pasaron a la delantera. Incapaces de generar peligro y marcar un gol. Tuvo que ser un penalty a Botía.

Nada nuevo bajo el sol. Esta crónica podría ser la de cualquier partido de la primera vuelta del año pasado. Un 4-2-3-1 con un doble pegote en el centro del campo y carencia total de fútbol y de gol. Por ello, este partido es un regreso al pasado.

La ausencia de Nacho Cases no debe ser una excusa. Se puede jugar perfectamente con otro jugador en su sustitución pero el mismo sistema de juego, que es el que nos sacó del pozo y el que nos hace mirar directamente al banquillo buscando culpables.

Otra decepción para una afición que no se lo merece.

Por otra parte, no puedo dejar pasar la oportunidad porque es algo que llevo dentro y no encuentro explicación. Tampoco me sirven las excusas: que si estamos en ley concursal, que si no hay dinero, que hay que conformarse con lo que hay....

Señores directivos, si no son capaces de encontrar acomodo a ciertos futbolistas que han demostrado que no sirven para nuestro equipo, dejen paso a otras personas. Es decir, si no hay dinero, ¿para que renuevan a Carmelo hasta el dos mil nose cuanto, a Luis Mórán o a Bilic? El Sporting seguiría en primera sin esos 3 seguro, ya que su aportación es nula al equipo. Tendríamos alrededor de 2 millones de euros para traer un delantero. ¿tan difícil es? En el Levante, Betis o incluso Rayo Vallecano parece que hay personas más capaces que ustedes en esta parcela, porque sin dinero lo consiguen. ¿Tal vez falla la secretaría técnica?

1 comentario:

Anónimo dijo...

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