Se le preguntaba recientemente a un jugador de la seleción española si algún día morirían de éxito. Xabi Alonso no dudaba ni un instante en decir que no, que la selección española tenía hambre y podría fracasar por otros motivos pero no por el ego de sus futbolistas. Estaba en lo cierto.
Pero España ha muerto de otro éxito. Del verse superior y subestimar a un rival cometiendo errores impropios de una selección experta. Salió España enchufada en el partido pero pronto vimos como el ritmo del juego era tan alto que lo que provocaba era un toma y daca constante. Un toma y daca que resultó mortal.
España salió con un 4-4-2 con Cesc de falso volante derecho. En los primeros 10 minutos de partido EE.UU tuvo dos ocasiones claras de gol y España pronto contestó con otras dos. Era un partido de correcalles que a España no le interesaba. En una de esas contras, EE.UU marcó el gol tras sendos fallos defensivos en cadena, el último y más grave, de Capdevila, que siendo último hombre y teniendo fijado a un defensa superior físicamente se intenta anticipar. En el cuerpeo el catalán salió perdiendo con el fuerte Jozy Altidore (xerez cedido por el vilareal) que batió a Casillas.
Era el principio del fin. España pasó a dominar completamente el partido con una selección americana que se atrincheraba atrás haciendo una histórica versión de Italia. Multiplicidad en las ayudas defensivas, grandísimo derroche físico y grandísimo orden táctico. España se veía impotente.
En otra contra el 0-2 definitivo con un estrepitoso error de Sergio Ramos que caricaturizaba a una selección que se estrelló contra el muro americano y concedió facilidades en defensa.
La clave
España salió en tromba, precipitándose en pases y controles. Quiso hacer más de lo que sabe, y eso es muy díficil. Además se olvidó de defender. Se hecharon de menos jugadores claves en este equipo como Senna, Iniesta y Silva.
No hay que olvidar, que España ha perdido este partido. No sólo no ha sabido marcar, sino que además a encajado 2 goles ante una selección muy inferior pero que ha jugado como un bloque.
Toca aprender a competir de nuevo.
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